Fundado el 01 de Julio de 1960 celebra este año su 50 Aniversario. Su sede se encuentra
ubicada en la tres veces coronada Ciudad de los Reyes, Lima, y es la entidad encargada
de llevar el registro genealógico de los perros de pura raza en el Perú, facultad
conferida por el Ministerio de Agricultura mediante la RM-947-A. Inicialmente fundado
bajo el nombre de Asociación Sporting and Kennel Club Peruano, más tarde se le conocería
sólo como Kennel Club Peruano (KCP).
El perro en el Perú
La presencia del perro en el Perú es tan antigua como la presencia del hombre en
la parte central de Sudamérica. Desde los albores de las primeras culturas el perro
estuvo presente al lado del antiguo peruano en sus distintos estadios culturales.
Las primeras evidencias de la presencia del perro las encontramos en el mundo andino
donde en Jaywamachay fueron hallados restos pertenecientes al Período Lítico, en
un yacimiento del valle de Ayacucho que datan entre 9000 y 11000 años. Ya durante
el Formativo los restos encontrados se hallan tanto en la costa como en la sierra
central, encontrándose en Ancón una localidad al norte del valle de Chillón restos
de perros en las necrópolis descubiertas por Nehring que correspondían hasta cuatro
tipos raciales, todos ellos con pelo.
La prehistoria de la cultura peruana ubica tres momentos de unificación representados
por la civilización u horizonte Chavín, el horizonte Tiahuanaco o Tiahuanaco-Wari
y el Tawantinsuyu. Las primeras muestras cerámicas que presentan al perro corresponden
a la cultura Vicús (500 a.C. – 400 d.C.), que debe su nombre a un cerro situado
en terrenos de la antigua hacienda Pabur, al este de Piura, donde son frecuentes
las esculturas antropomorfas, fitomorfas y zoomorfas, que además del moldeado presentan
diseños pintados en rojo o utilizando técnica de decoración negativa.
A la izquierda, vasija Vicús, y al lado derecho, un huaco Mochica representando al
pero sin pelo del Perú.
Hacia los 100 a.C. aparece la Cultura Mochica, quienes habrán de desarrollar una
cerámica exquisita, fina y realista.La realista representación del perro que elaboraron
sus ceramistas nos permite reconocer al perro sin pelo del Perú como a su congénere
peludo, que a pesar del tiempo conservan los rasgos actuales. El perro concitó interés
por su fidelidad y dotes de buen guardián.
Al ocaso de la cultura Mochica, surge la cultura Sicán que recibe su nombre de la
ciudad ceremonial que lleva ese nombre. Al igual que los moches pero sin llegar
al nivel de estilo y calidad, retrató de modo especial y detallado en la cerámica
escultórica al perro sin pelo, representándolo de modo estereotipado con las líneas
concéntricas alrededor de los ojos, las verrugas en la cara, y la rayas alrededor
del cuerpo y orejas erectas, y que serán desarrolladas mas adelante por los chimúes
entre los 1100 d.C. y 1470 d.C, en su cerámica mayormente negra, cuya cultura comprendió
un período de transición entre la hegemonía Wari (700 d.C. – 1100 d.C.) y la Inca.
Con la aparición de los Incas empezó el advenimiento de tiempos oscuros para el
perro ya que el culto solar desplazó las antiguas estructuras político-religiosas
preincas donde la presencia del perro gozaba de interés para la élite, resaltada
a través del arte. Por el contrario en este periodo, anterior a la conquista española,
es poca la representación del perro en la expresión artística inca, lo cual habla
de un cambio en el modo de conceptuar al perro. A pesar de ello, las distintas etnias
costeñas, sojuzgadas mediante la guerra o el sistema de reciprocidad, mantuvieron
la costumbre de adorar su figura, alimentarse de él y enterrar sus muertos junto
con perros, costumbre que los incas buscaron erradicar sin éxito.
Con la derrota inca la situación de los perros nativos cambio bruscamente, iniciándose
el proceso de desaparición de los perros prehispánicos no sólo mediante el exterminio
sino a través de la hibridación con las razas europeas traídas por los españoles.
En el caso del “Viringo” - perro sin pelo del Perú-, vocablo de la antigua lengua
moche con que suelen llamarle en Piura y alrededores, la fuerza genética del rasgo
que origina su desnudez posibilitó que a pesar de los siglos transcurridos podamos
tenerle con nosotros con las características del pasado.
No hay duda que esta raza pudo llegar hasta nuestros días, gracias, en parte, debido
a la costumbre difundida entre la población costeña del norte de sus "calidades"
curativas. No solo estas cualidades favorecieron su aceptación, sino también por
sus dotes de exterminador de roedores, los que ocasionaban grandes perjuicios durante
la cosecha. Inconscientemente se produjo una selección que mantuvo la raza tal y
como la conocieron en la antigüedad.
Representación escultórica Chimú y vasija biglobular Chancay, caracterizando al perro
sin pelo del Perú.
Raza de origen peruano
El Perú cuenta con una sola raza reconocida internacionalmente: el perro sin pelo
del Perú. Su reconocimiento acaeció el 12 de Junio de 1985 en la Asamblea General
FCI de Amsterdam, Holanda, asignándosele el Nro 310, confirmando el origen peruano
de esta raza. Desde entonces de manera progresiva su crianza ha venido cobrando
interés, contando en la actualidad con ejemplares de marcada tipicidad racial, que
ha permitido colocar representantes suyos entre los primeros de exposición y ranking
nacional, como ocurriera el 2009 con la ejemplar LUNA (VASQUEZ). Este año, a la
luz de avances en el estudio de su genoma se ha propuesto a la Comisión de Estándares
de la FCI la modificación de su norma racial, reconociendo la variedad con pelo
como parte de la raza, que ha entrar en vigencia a partir del 2011.
Acerca del club
Antes de su fundación existían eventos caninos organizados por la Asociación de
Médicos Veterinarios de Lima cuyos fines de difusión no era precisamente el de la
crianza de perros de pura raza. Estos eventos se convirtieron en el germen para
que mas tarde aficionados encabezados por Reynaldo Pochopp se planteen la necesidad
de crear un club que además de organizar exposiciones caninas lleve el registro
genealógico de los perros de raza en el Perú. El KCP inicia sus actividades el 01
de Julio de 1960 teniendo como su primer Presidente a Reynaldo Pocchop, quien a
la cabeza de un grupo entusiasta inició el largo camino que le ha tocado recorrer
al club hasta llegar a este nuevo siglo XXI con nuevas perspectivas para el futuro,
tanto como institución como en la crianza.
La primera exposición organizada por el KCP se llevó a cabo los días 24 y 25 de
noviembre de 1962 en las instalaciones del Club Regatas de Chorrillos, siendo el
juez invitado el reconocido médico Frank Porter Miller de los registros del American
Kennel Club (AKC) quien compartía su afición por los perros con la afición de los
pura sangre, habiendo su haras ganado el famoso Kentucky Derby de 1951. En esta
primera exposición se inscriben algo más de 150 perros, resultando ganador el Italian
Greyhound, JACQUELINE, de propiedad de José Castañeda. Esta primera exposición sería
el inicio de las actividades cinófilas en el país, que con el esfuerzo de directores
y socios ha logrado difundir esta afición hasta los niveles que hoy conocemos, como
se ha podido observar en la reciente versión de la Exposición de Las Américas y
el Caribe que se llevara a cabo este año en nuestra capital en conmemoración de
las bodas de Oro del club. Eventos como la Mundial de 1988, SICASUD 1983, los Campeonatos
de Las Américas y el Caribe de los años 1994, 2002 y 2010, y SICALAM 1998 y 2008,
vendrían a constituirse en hitos organizativos para el club, donde la crianza nacional
pudo mostrarse a toda la región y al mundo.
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A la izquierda, portada del catálogo de la primera exposición organizada por el KCP.
A la derecha, el Italian Greyhound, JACQUELINE, ganadora de la muestra en brazos
de su propietario.
El segundo hito importante en la vida del KCP lo constituyó su afiliación a la Federación
Cinológica Internacional (FCI), logrado en la Asamblea del 27 y 28 de Junio de 1963
realizada en Portugal, luego de nueve sesiones llevadas a cabo durante cuatro meses
de conversaciones.
Actividades
El órgano rector del KCP es el Consejo Directivo que está conformado por siete miembros.
El local del club se ubica en el distrito de Miraflores de la ciudad de Lima. El
club cuenta con una Administradora y cuatro empleados de modo permanente. El sustento
social del KCP los constituyen sus 170 socios, entre quienes se eligen cada dos
años los cargos directivos y las comisiones que por Estatuto deben constituirse,
como la Revisora de Cuentas y Disciplina. Para el cumplimiento de sus fines las
autoridades elegidas designan a los directores de Registros y de Filiales, así como
los miembros que integrarán la Comisión de Crianza. Además, existen otras direcciones
técnicas como la de Genealogía y el Consejo de Jueces, que actúa en apoyo y asesoramiento
en los aspectos técnicos y que está constituido por todos los jueces oficiales con
licencia vigente, sin distinción de raza o especialidad. Todos los cargos en el
club son ad honoren.
El KCP cuenta con el Libro de Origen (RD) para los ejemplares que cuenten con las
tres generaciones anteriores completas de acuerdo a la Circular FCI Nro 17, del
15 de septiembre de 1975 y el Libro de Registro Inicial (RI), donde se registran
los ejemplares de la raza perro sin pelo del Perú que se encuentren en proceso de
completar su genealogía básica, que al completarla son incorporados al Libro de
Orígenes.
Como parte de una nueva estrategia de cría a partir de este año, el KCP modificó
el procedimiento para la emisión de la documentación genealógica, así como el formato
del pedigrí nacional y de exportación dotándole de medios que garantizan su seguridad.
De otro lado, además de la obligatoriedad de la implantación del microchip desde
el momento de inscribir todos los cachorros que nacen en una camada, las razas con
mayor índice de afectación de displasia de cadera deberán aprobar el test requerido
a fin de ser considerado apto para la reproducción. En el año 2009 se registraron
712 camadas con 3142 cachorros, mostrando una tendencia creciente durante los últimos
años que incorpora a nuevos criadores, lo cual se ve reflejado en el incremento
anual de solicitud de afijos.
El KCP cuenta con 14 jueces de los cuales 4 son jueces internacionales, 9 nacionales
y 2 de Trabajo. Tiene dos filiales, el Club Canófilo de Arequipa (CCA) y el Caxamarca
Kennel Club (CKC), además de clubes de raza como la Asociación Peruana de Criadores
de Perros Pastores Alemanes (APPPA), el Boxer Club del Perú (BCP), la Asociación
Peruana del Mastín Napolitano (APEMANA) y el Club del Rottweiler (CDR).
Cada año se llevan a cabo un promedio de 40 exposiciones entre, Regionales, Nacionales,
Latinoamericanas e Internacionales. Este año las exposiciones con atribución de
CACIBs suman 11, donde el Circuito de Las Américas y el Caribe, el evento de la
Sección y la más importante de la región fue organizada por el KCP. Además se llevan
a cabo Campeonatos de Agilty para lo cual son invitados jueces de primer nivel,
habiéndose incrementado la popularidad de este deporte en nuestro medio.
Finalmente, el desarrollo experimentado por la cinofilia peruana es reflejo, en
parte, de la situación actual de crecimiento económico que experimenta el Perú,
y del otro, a sus autoridades que han priorizado una eficiente labor administrativa.
Estos dos aspectos han permitido que los criadores cuenten con recursos que destinan
a la mejora de sus planteles, elevando de este modo el nivel promedio de nuestra
crianza en la región. El directorio del club se halla comprometido a impulsar medidas
que apuntan a la utilización de recursos tecnológicos actuales, como la prueba de
ADN, Banco de Semen y test para detectar los distintos problemas hereditarios que
afectan al perro, que se enmarcan dentro del concepto de salud funcional que la
FCI viene impulsando. De cara al futuro el KCP enfrenta nuevos retos que ha de superar
con la actuación conjunta de sus autoridades y socios.